PISCO: TERREMOTO EN EL ARENAL
Tierra de nadie, tierra de Dios...Pisco. En agosto se cumple un año del terremoto que enlutó a todo un país, y más allá...de las fronteras.
Hace un año hice una visita a ésta tierra bendita, hace una año que Dios quiso que un terremoto la sacudiera. Luego de tantos meses deseo recordar aquel viaje compartiendo con ustedes algunas fotos que tome del paisaje pisqueño, en aquel entonces en reconstrucción. Sus lugareños muy asustados narraban los sentimientos que los albergaron durante el movimiento dantesco, variadas emociones de susto, desagarramientos ante las perdidas materiales y emocionales, inseguridad ante el futuro. La recuperación será lenta, pensé aquella vez, el teniente de la comisaria sectorial de Pisco en sus declaraciones me aseguró que esa recuperación iba a tomar al menos unos tres años, le creo, pues hoy, luego de un año esa labor está en marcha.
La diaspora que se generó en los siguientes días hizo de esta ciudad se convierta en un conjunto de casas sin habitantes, con grupos humanos arremangados en los albergues o corridos a las laderas de los cerros lejanos.
Un cambio radical que afrontaron los pisqueños en su estilo de vida, muchos destinos se truncaron, otros cambiaron diametralmente de rumbo. Un niño me contó sobre sus estudios escolares, él triste reconoció que se habían detenido, que los profesores esperaban la reconstrucción de la escuela, luego de ello se recomenzaría al fin con menos alumnos, de ellos...
"algunos viajaron al norte, otros al sur, pocos a la capital, y otros, sus siete años de vida que forjaron conciencia y madurez a fuerza de verdad.
-ay otros- han muerto"
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